El río que pasa hoy no es el mismo que pasó ayer. Las aguas son otras aunque parezca que nada ha cambiado. Las personas y las cosas cambian y hay que estar abiertos a la posibilidad de que así sea y no tenerlo todo encasillado y engrilletado para que no se mueva. Uno evoluciona y los otros también. Tener una conclusión sobre alguien o algo puede ser muy erróneo, porque quien tiene prejuicios sólo está de acuerdo con aquello que coincide con sus prejuicios, lo cual es un error.
Sólo los ignorantes ( faltos de sabiduría) se aferran a los prejuicios porque sin ellos tambalean, no se sienten seguros en la exploración de lo nuevo y la apertura a que algo sea distinto.
La sabiduría nada tiene que ver con la inteligencia. Hay mucho inteligente no sabio o ignorante y muchos sabios no tan inteligentes. El estudio y reflexión , el esfuerzo, les ofrece ese discernimiento, esa sabiduría.
Así que una opinión no actualizada no siempre es veraz. Es ver a las personas o las cosas como creemos que son y no como realmente son. Por tanto, carece de validez y necesita una revisión constante para que siempre coincida con la realida