REFLEXIÓN ESPIRITUAL
«Cuando doy no me vacío, me lleno»
Afino mi capacidad de dar y recibir
No en términos materiales, sino en un nivel más sutil, valioso e imperecedero.
Sin analizar demasiado la razón por la que alguien se presenta.
Y dejó salir de mí, la poderosa energía de los buenos deseos.
Cierro los ojos y tomo de cada persona una cualidad sobresaliente, y ofrezco lo mejor de mi ser.
La vida se vuelve más bella. Desde un sentir más puro.
Y ahora, medito en base a esta reflexión espiritual.
Entro en la conciencia de mi ser profundo.
Mi conciencia de ser un alma,
un ser espiritual,
un ser como todos los seres, consciente de que mi esencia es de paz, amor, pureza, dicha, de todos los valores, de todas las virtudes.
Entonces, estoy abierto a dar lo mejor de mí.
Los mejores deseos de dar amor, paz y felicidad.
Es una energía que toca el alma.
Me focalizo en lo mejor de cada persona ,
a la vez que doy lo mejor de mí.
Porque ahora soy consciente desde este estado profundo de conciencia, que todo lo que necesitamos está en nosotros.
Paz, amor, dicha, esperanza, pureza…
Comprendiendo que cuando estoy consciente a dar, permito que esa energía divina fluya a través mío, y me llena.
Comprendo que no me vacío dando, sino que me lleno.
Saludos de paz