MENTE SANA , VIDA RICA
El objetivo de todo ser humano es tener un buen nivel de vida y calidad de vida. Para ello, nuestro énfasis se ha puesto, principalmente, en mejorar el mundo exterior; mejorar nuestros ordenadores, fabricar vehículos más rápidos, tener mejores casas y trabajos, conseguir mayor riqueza y mejores relaciones. Todo esto es esencial.
Sin embargo, en la sociedad y en nuestro sistema educativo, a lo que se da muy poca importancia es a la vida interior, es decir, a aquello que sucede en la mente y a cómo respondemos a las situaciones externas. Incluso en el campo de la psicología, se hacen pocos esfuerzos para educar a las personas en los asuntos de la mente.
Nuestra vida interior es lo que experimentamos todo el tiempo, por lo que esta falta de educación puede reducir la calidad de nuestras vidas de manera significativa. Una persona puede tener riqueza, pero si no comprende la dinámica interna, puede tener una vida de ansiedad o depresión. Cuando una persona tiene una mente sana y una vida interior rica, automáticamente será más eficiente para mejorar su vida exterior.
Una forma fácil de explicar lo que sucede es ver el mundo físico en la imagen de una pequeña caja. ¿Cuál es la naturaleza de esta caja? ¿Qué está sucediendo en su interior que es relevante para nosotros? Todo, dentro, es impredecible. No sabemos qué le va a pasar en el próximo minuto. El cambio es la ley en esta caja. Además, todo llega a su fin y algo nuevo comienza.
En un mundo así, si creamos incluso el más mínimo apego, el sufrimiento está garantizado; si creamos incluso una expectativa de cualquier tipo, ello nos traerá tristeza. Pero, tenemos una opción. Igual que podemos ver los cambios en un jardín, podemos ver este mundo más grande dentro de la caja como observadores, sin expectativas ni apegos.
Así, el ser se recuerda a sí mismo que es un invitado, que no posee nada y, por lo tanto, no pierde nada dentro de esta caja; participa en la realización de acciones en el cuadro pero sabe que es un invitado allí